Como el post que publicamos hace unas semanas ha tenido una gran acogida entre nuestros lectores, hoy vamos a seguir abordando el tema de las EPIs en el sector de la construcción, pero lo haremos centrándonos en uno de los objetos más representativos de quienes trabajan en este rama profesional: el casco de obra.
¿Has pensado alguna vez qué cualidades debe tener un casco de obra homologado? Te lo contamos aquí, de la misma forma que también te proporcionaremos información sobre ello en los diferentes cursos de construcción que impartimos en nuestro centro.
Casco de obra: seis características que quizás no sabías.
Es obvio que no todos los cascos de obra son iguales, ni se utilizan de la misma manera ni duran para toda la vida. Es más, cada cierto tiempo deben de cambiarse, algo que te llevará a buscar uno que, para ser homologado, debe cumplir estas características básicas:
1.- Llevar una etiqueta de la norma que los regula:
Los cascos de obra están homologados por la norma reguladora EN 397:2012. Es fundamental que el casco que adquieras o te dé tu empresa tenga este código en su interior, además de los sellos de homologación de la UE. No uses un casco que no tenga este distintivo.
2.- Contener también esta información obligatoria:
Además de la norma antes citada, hay una serie de datos que por ley deben aparecer en todo casco de obra homologado:
- Fecha de fabricación
- Fecha de caducidad
- Fabricante y modelo de casco
- Sello de la UE que demuestra que cumple con las exigencias comunitarias
- Material de fabricación, normalmente polietileno de alta densidad (HDPE)
3.- Cumplir estos cometidos (indicadas por la norma):
El casco de obra es uno de los EPIs fundamentales en la prevención de riesgos laborales para quienes trabajan en el sector de la construcción. Por eso, debe ser capaz de:
- Absorber impactos.
- Desviar golpes.
- Dispersar la energía de un impacto
Solo así podrá evitar lesiones craneales y cervicales, algo para lo que también es necesario que exista una separación entre el arnés del casco y su casquete.
4.- Renovarse cada cierto tiempo:
Como te decíamos, un casco de obra no dura eternamente y el responsable de prevención de riesgos laborales de la empresa debe reponer esta EPI cuando sea necesario. Ten en cuenta que la exposición a la luz solar y a los rayos UV provoca el envejecimiento y deterioro del material del casco, algo que hará que este deje de proteger adecuadamente.
La vida útil de un casco de obra que se usa a diario suele ser de unos 2 años, aunque siempre podrá ampliarse a 3 o incluso 4 si el casco es de máxima calidad y se ha conservado siempre en condiciones óptimas. Y ojo, porque los años de vida del casco se cuentan desde la fecha de fabricación, no desde que se empezó a utilizar.
5.- No pesar más de la cuenta:
El casco de obra debe proteger a los trabajadores sin que suponga algo molesto o pesado. Si el remedio va a ser peor que la enfermedad, no tendría ningún sentido llevarlo como EPI. ¿Cuánto debe pesar un caso de obra homologado? Pues entre los 250 y los 350 gr.
6.- Soportar ciertas temperaturas:
La temperatura en el lugar de trabajo determinará la adquisición del casco. En condiciones normales, un casco estándar debe soportar temperaturas entre -10ºC y +50ºC. Por encima o por debajo, existe riesgo de que el casco se resquebraje. De todas formas, existen cascos de obra especiales para situaciones climáticas extremas.
¿Conocías estos datos sobre los cascos de obra? Seguro que si ya trabajabas en este sector los conocías. Y si no, recuerda que cuando realices un curso de prevención de riesgos laborales de 20 horas en Madrid con nosotros aprenderás estas y muchas más cosas, ya que los EPIs ocupan un lugar importante en toda nuestra oferta de cursos de construcción.
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