¿Alguna vez has pintado una estancia de tu vivienda? ¿Le has dado una mano de pintura a la habitación de los niños o al salón de tu casa? Porque que si es así, seguro que después habrás sufrido las mayores agujetas y los mayores dolores musculares de tu vida, especialmente en la zona de la espalda, los hombros y los brazos, ¿verdad?
Pintar es una actividad que implica la realización de muchos movimientos repetitivos que pueden pasar factura en forma de enfermedades musculoesqueléticas. Y aunque las personas que se dedican profesionalmente a la pintura cuentan con diferentes herramientas y utensilios que les facilitan el trabajo, deben tener especial cuidado para no lesionarse y para que sus dolores no se vuelvan crónicos.
¿Te gustaría saber cuáles son las enfermedades musculoesqueléticas de los pintores? Hoy abordamos las más comunes entre los profesionales de este gremio y aprovechamos para recordarte que en nuestro centro impartimos un curso de pintura de 20 horas en el que explicamos técnicas orientadas a prevenir el desarrollo de este tipo de enfermedades profesionales.
Las enfermedades musculoesqueléticas de los pintores
Los pintores profesionales, en especial aquellos que trabajan en el sector de la construcción, suelen padecer diversas lesiones y enfermedades musculoesqueléticas debido a las posturas, esfuerzos repetitivos y condiciones de trabajo que exige su actividad.
Entre las lesiones y las enfermedades musculoesqueléticas de los pintores más frecuentes destacan aquellas que afectan a la zona lumbar, a los hombros, al cuello y las manos, todas ellas asociadas a posiciones prolongadas, movimientos repetitivos y manipulación de herramientas y equipos pesados.
1.- Enfermedades crónicas en la zona lumbar:
Los pintores pasan largas horas de pie, realizando movimientos de flexión y torsión de la columna que aumentan el riesgo de desarrollar lumbalgias y ciáticas. Estas dolencias se deben al sobreesfuerzo continuo que sufre la musculatura lumbar para estabilizar el cuerpo en posiciones prolongadas y exigentes, lo cual genera tensión y desgaste en los discos intervertebrales, especialmente cuando además manejan material de cierto peso.
2.- Tendinopatías de hombro:
La tendinopatía del supraespinoso es una lesión común en el hombro de los pintores, especialmente al trabajar en superficies elevadas. Esta actividad implica movimientos de elevación constante y repetitiva del brazo por encima del nivel de los hombros que ocasionan una sobrecarga de los tendones del manguito rotador. El uso de rodillos y pinceles pesados contribuye al deterioro de estas estructuras y puede generar dolor crónico y limitación en el rango de movimiento.
3.- Síndrome de cuello:
También conocido como «cuello de pintor», es una dolencia relacionada con la rigidez y la tensión muscular en el cuello. Esto ocurre por el esfuerzo sostenido en posiciones de hiperextensión de la cabeza al pintar techos o áreas altas, lo cual puede provocar espasmos musculares y dolor cervical. Además, el trabajo constante en estas posiciones puede aumentar el riesgo de padecer hernias cervicales.
4.- Lesiones en manos y muñecas:
Debido al uso repetitivo de herramientas, los pintores pueden desarrollar el síndrome de túnel carpiano, una afección en la que el nervio mediano, ubicado en la muñeca, se comprime por el uso excesivo de rodillos y pinceles. Este síndrome provoca hormigueo, dolor y debilidad en la mano, dificultando el agarre y el control de las herramientas.
5.- Problemas en rodillas y pies:
Permanecer durante mucho tiempo de rodillas para pintar zócalos o áreas bajas, puede causar bursitis de rodilla, caracterizada por la inflamación de las bolsas sinoviales. También, el trabajo prolongado en superficies duras, sin el uso adecuado de calzado ergonómico, puede llevar a la fascitis plantar, una inflamación en el tejido de la planta del pie.
La prevención de las enfermedades musculoesqueléticas de los pintores requiere usar herramientas ergonómicas, cambiar con frecuencia de postura, respetar los tiempos de descanso y realizar ejercicios de estiramiento antes de comenzar y después de terminar cada jornada laboral. Además, las pausas regulares durante la jornada y la correcta planificación de las tareas son fundamentales para reducir el riesgo de sufrir enfermedades profesionales musculoesqueléticas.
Como ves, los pintores profesionales corren el riesgo de padecer una amplia variedad de enfermedades musculoesqueléticas, siendo las que hemos visto las más habituales. Por suerte, una buena formación sobre higiene postural como la que aprenderás en nuestro curso es clave para desarrollar esta profesión con seguridad, así que no dejes de venir a vernos si te interesa esta materia o cualquier otro curso de construcción de 20 horas en Madrid.
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